jueves, 3 de julio de 2008

2001

Ángel (2001)

Siento que el cielo
hermosamente azul
se nubla y me mira...
Su lluvia cubre mis huesos
desnudando emociones escondidas...
Una danza de incertidumbres
pone dulces melodías en mi mente.
Mi fuerza se debilita ante el amor,
mi horizonte se amplía más allá del dolor...
Cuanto más podré atrapar a esta alma salvaje,
sin que se marchite la flor de sus anhelos?
Cuál será la verdad de nuestra existencia
cuando ambos temores se ahoguen
en el hondo caudal de la energía mental?
Podrán nuestros cuerpos soportar
tanta profundidad, tanta comprensión?
Nunca tendré esas respuestas...
Tampoco las buscaré...
Dejaré al tiempo cobrar mis pecados
por haberme enamorado de un ángel,
que simplemente se negó a volar de mis brazos,
quien sigue guardando sus alas...





Cuando llega la muerte (2001)

Se ha roto el cascarón de la muerte.
Las alas se despliegan lentamente,
en busca de su primer y único vuelo hacia el fin.
¿Y si la luz del famoso túnel no brilla para ti?,
¿Dónde irás a parar si el infierno no puede cremarte?
¿Rodearás mis pasos errantes como alma en pena?
O el simple hecho de tu ida...¿fue suficiente condena?



Dejarme llevar (2001)

Me encuentro platicando con la soledad de la duda, y no logro sacar conclusiones de lo hablado. Quizá no la esté dejando vivir lo suficiente para demostrarme nada, o simplemente esté muy aferrado a mis conclusiones prejuzgadas.
El tiempo pasa sin compasión. Los surcos de mi vida están llegando a su fin y la púa que me conecta a este mundo empieza a rebotar como exigiéndome seguir adelante. Es mi psicólogo inconsciente, el pequeño empujoncito que uno espera recibir para seguir caminando y no hundirse en el pantano de los lamentos.
Pero no tengo ganas de escucharte esta vez. La melodía que proviene de allá abajo es mucho más atrapante, es casi hipnotizante. Estremecedoramente atractiva.
Me lleva a imaginar aquellos grandes salones de baile de siglos pasados con gente girando en círculos. Igual que yo en vida, pero ellos sonrientes y con motivo.
No hay luz por el camino como en las películas, pero si una tranquila oscuridad, un acogedor silencio que me llama con caricias tenues en el alma.
Estoy listo para dejarme llevar, aún sin saber exactamente a dónde he de llegar. Pero sea el lugar que sea, ahí me querrán por llorar.



Doble vida (2001)

A muchos les sonará egocéntrico pensar en ello. Pero no han querido ser alguna vez algo tan importante como las gaviotas que salvan a los navegantes perdidos en alta mar.
A mí me sucede constantemente, y creo que es solo un grito de ubicación en la tierra, cuando al que hay que salvar realmente es a mí.
Pero casi siempre es así. Aquel que siempre está ofreciendo una mano al que se hunde, es el que en realidad busca flotar y crea una balsa cimentada en personas hundidas, que crean en él, solo una isla que alarga sus penas.



En conserva (2001)

Mucho tiempo pasé cuestionándome lo que era. Pero creo que la búsqueda acabó hoy, y la respuesta era tan simple que mis falsos pensamientos filosóficos no la sintonizaban.
Yo soy un simple frasco con miles de secretos en conserva. Ahora que lo sé tengo miedo. Pues cuando venzan, tendré que tirarlos y cualquiera podrá enterarse de cosas que guardé tanto tiempo con cuidado.
Si lo hubiera sabido antes, podría haber etiquetado mis secretos, para poder cambiar a tiempo las lágrimas que los conservan. Por lo menos hasta que los encuentren los gusanos, en ellos confío, porque saben que si me delatan no les dejaré alimentarse de mí.





Enséñame el camino (2001)

Siento al viento
que te lleva de mis manos.
Veo al mundo que me aleja
de ilusiones que guardo.
Y pienso entre ideas destructivas
que pasaría si llegara a tenerte,
atada a futuras acciones o como
borradora de antiguas emociones.
Siento tu piel contra mi piel,
y no la siento.
Veo tu boca entregarse a la mía
y me oculto.
Tal vez en principios errados
o aferrado al miedo que me envuelve.
Pero se que necesito tu amor;
necesito que me lleves a lugares
a los cuales no llegaría solo.
Y el día que me dejes,
espero recordar el camino
para poder volver
a ocultarme en mis principios.



Hacia donde ir (2001)

Me encuentro en el interminable túnel del destino. Está formado por una serie de habitaciones con dos o más puertas, las cuales nos hacen elegir entre una de ellas. Uno nunca sabrá a dónde se dirigía la puerta que no abrió. ¿Habría sido bueno o malo? ¿Habría sido la que debió abrirse? Si pensamos de forma superficialmente humana, no. Porque para los humanos el destino es lo que debemos ser. Pero quien puede garantizar que esto no sea otra de nuestras pseudo verdades sin capacidad de demostración. Una de esas supuestas verdades, que para que no quedemos bajo la guadaña de la ignorancia, la cubrimos con la barata y justificadora excusa de la fe religiosa. Pero creo que ni Dios está seguro de la verdad del destino. ¿O alguien puede demostrarme que el sabía que iba a ser Dios?
Pero creo que el punto no está en torturarse con la duda de lo que no se vio tras las puertas cerradas. El objetivo debería ser no perderse nada de lo que pueda verse en cada habitación visitada. No cometer la estupidez superficial de enfocar, una vez dentro de una habitación, solo la siguiente puerta, perdiendo completamente el momento que debemos realmente vivir, de lo que debemos explorar, de lo que debemos sufrir para poder seguir y realmente decidir hacia donde debemos ir.


Hasta donde llegar (2001)

Cuan profundo puedo llegar...
Cuan profundo se puede llegar...
¿Hasta donde es razonable?
No porque el camino sea largo,
mis pasos deben llevarme hasta el fin.
No porque este cerrado el paso,
debo sentarme a esperar.
¿Cual es la meta que estableció el destino
cuando puso nuestros rostros frente a frente?
Será que la debemos alcanzar, o será otra parábola
como la de la manzana y el paraíso?
¿Hasta dónde es razonable exigir para convivir?
¿Por qué uno ama lo que en realidad quiere trasformar?



Kadisha (2001)

Tus ojos..., miran mis sueños y me avisan que no se han de poder realizar.
Tus labios..., con sabor a despedida me dijeron, que el veneno de tu alma me empezaba a atrapar.
Imágenes parapléjicas de sonrisas sin explicación, taparon la luz del mundo que te venía a buscar.
Y no lo vi llegar, pues quien te llevó, era la sombra de quien yo seré el día de mañana.



Nuestra Madre (2001)

Es difícil imaginar al mundo llorar, pero es fácil ver al mundo llover. Todos somos insensibles al dolor de nuestra propia madre.
Intentamos madurar de forma errónea ignorando la cuna que nos dio calor.
Nunca nos detuvimos a probar que las gotas de lluvia son saladas. Que no provienen de las nubes, sino de los ojos de aquella esfera deprimida por nuestra falta de agradecimiento.
¿Por qué será que abrazamos a un ser humano al sufrir y no abrazamos a la tierra que nos sostiene en el espacio?
¿Será que el materialismo humano nos está haciendo olvidar de dónde venimos?



Quiero llegar al cielo (2001)

Intento trepar a los árboles
...y éstos se esconden.
Nado miles de mares
...y las corrientes se ponen en mi contra.
¿Se habrán cerrado ya las puertas del cielo?
¿o será que yo no me merezco eso?
Señales fantasmales anuncian mis pensamientos,
Condicionan mis actos, los vuelven inciertos.
Días pasan sin que los sienta
y se van alejando sin dejar respuestas.
Las noches me llenan de sombras
de una persona que conozco,
que me busca y no la encuentro,
pues ya no está despierta, ha muerto.
Doy pasos sin dejar ninguna huella
y solo quedan detrás recuerdos de ella.
Ilusiones aplastadas por la guadaña del destino
que ha abierto en mi vida un nuevo camino.
Sin mapas me encuentro en este trayecto sin horizonte,
Como un niño perdido en un oscuro bosque.
Y en parte me complace esta oscuridad
Pues gracias a ella los árboles no me verán,
y podré trepar por ellos hasta el cielo,
y encontrar allí, lo que tanto quiero.



Recuerdos (2001)

Siento una temible imagen fantasmal abalanzarse sobre mí. Pero no la detengo, pues estoy seguro que mi cerebro es cómplice de este ataque.
A medida que esa imagen se me acerca se torna tan real como familiar. La he visto en su formato original más de mil veces en ocasiones anteriores. Pero ahora es solo un objeto en mi mente, pero aunque sea de repente me hace muy feliz que le falte mi compañía.



Ser (2001)

Yo antes me exigía ser muchas cosas. Hoy decidí solo ser, y creo que el problema recién comienza. Cuantos seres podría llegar a ser? Cual es el que realmente me corresponde?
Creo que no hay respuesta a mis preguntas, pues ésta nunca existió, porque aun no soy.
Por lo que no tengo otra salida que no existir jamás.

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