jueves, 3 de julio de 2008

2003

Del otro lado de la puerta (2003)

Están golpeando la puerta varias veces. Esos días, y hoy fue uno de ellos, no fuiste a ver quien era.
Un día te cansarás de escuchar ese sonido retumbante en tu conciencia y abrirás la puerta. Con quien te encontrarás del otro lado será la muerte, quien siempre te buscó paciente, quien hoy te ha encontrado.



Una sola gota (2003)

Tal vez todo se redujo solo a aquella gota de sudor que recorrió tu cuerpo moldeándolo para la eternidad de mis ojos. Solo bastó ese instante, esa fotografía desenfocada en mi mente fue suficiente para crear una órbita alrededor de tu existencia y condenar el resto de mis días a dar vueltas alrededor de tu indiferencia. Una sola atmósfera. Fresca para uno, asfixiante para ambos a la vez, nos condena a ahogarnos en la incertidumbre de las dudas del amor y sus fantasías humanas. Y todo por una gota de sudor que dibujo en mi mente la hermosa cárcel de sólida existencia.



Ayúdame (2003)

Ayúdame en silencio con una simple mirada cuando yo te de la espalda. Mi alma lo percibirá, te lo aseguro.
Solo te pido que pienses en mí aunque sea algo malo. El simple hecho de ocupar un lugar en tu mente me empuja a respirar nuevamente.
Se que no podré tenerte pero te amo y no tengo escapatoria. Y aunque sea una falsa salida, solo así no duele la herida.



Perdiendo el control (2003)

He dejado de respirar, también he dejado de comer. Vivo digiriendo la mierda que tengo en la cabeza. Y gracias a la forma como llevo mi vida en este momento, tengo alimento suficiente en ella para destruirme por completo sin avanzar.
Siempre me consideré inservible para la sociedad, pero estoy mutando ahora en molestia. Ya no paso desapercibido, ahora estorbo con mi inutilidad y estancamiento.
He perdido las riendas de mi creatividad, he matado el lado puro y sano de mi cerebro. Y no encuentro apoyo para levantarme. ¿Habrá alguien por ahí que me entienda?
Mi temor a infectar a otros con mi abandono me impide buscar ayuda. Busco ayudar para evitar ser ayudado. Por ello camino bajo la penumbrosa tormenta de mis pensamientos hasta que mis divagues me carcoman por completo.

No hay comentarios: